Un jardín especial entre el mar y S’Albufereta
Un jardín especial entre el mar y S’Albufereta
A la derecha, la Bahía de Pollença deslumbra con el brillo de sus aguas y las impresionantes montañas que se funden en el Mediterráneo. A la izquierda, una hilera de tamarices y pitosporum dirigen el camino hacia la entrada de lo que hoy es el PortBlue Club Pollentia Resort & Spa.
A trescientos metros de la entrada, se destaca entre las demás, erguida y firme como si los vientos del Norte y la sal marina no la hubieran molestado durante los más de ciento cincuenta años que lleva siendo testigo del paso del tiempo. La más antigua de las palmeras de los jardines del Pollentia comenzó su vida cuando el lugar era conocido como Can Cap de Bou, una finca dedicada a la cría de ganado. Hoy ubicada a la derecha del arco de entrada del Resort, la palmera da la bienvenida a los huéspedes que con ilusión llegan a pasar días inolvidables en este paraíso natural.
El presidente de PortBlue Hotel Group, Ferran Porto, amante de la naturaleza, defensor de la sostenibilidad y gran admirador de los jardines que rodean al Club Pollentia, destaca la importancia de este ejemplar. No es para menos, al pasar toda su vida entre el mediterráneo y S’Albufereta, él también ha presenciado los cambios económicos y sociales de la zona formando parte activa de la evolución turística de Mallorca.
Siempre ha tenido claro, sin embargo, que sus emprendimientos estarían basados en el cuidado del entorno, no sólo en el desarrollo de las infraestructuras, sino también en el día a día de la gestión hotelera; contando además con el apoyo y compromiso de trabajadores y clientes.
Tal es así, que en un terreno de ocho hectáreas las construcciones del Resort no ocupan más de una tercera parte, siendo los maravillosos jardines los protagonistas. Por allí, el Sr. Porto pasea orgulloso por los senderos y con lujo de detalles explica cómo se ha logrado un espacio único, que los huéspedes tanto disfrutan como respetan.
El resort cuenta con varias certificaciones de calidad y medioambientales, pero entre muchas de sus menciones por su apoyo constante a la sostenibilidad destaca el premio RE THINK HOTEL, un reconocimiento honorífico a los mejores proyectos de sostenibilidad y rehabilitación hotelera en Islas Baleares.
Un vivero improvisado para salvar árboles y palmeras
Ya pasada la mitad del siglo XX, el terreno que pertenecía a la familia Porto dejó de estar destinado a la explotación ganadera y tomó la forma de una ciudad de vacaciones, como se denominaba en aquella época. La misma constaba de bungalows con techos de uralita para recibir a los turistas. La vegetación crecía a sus anchas y lo que hoy es el Parque Natural de S’Albufereta era un coto de caza.
A comienzos de los 90 la ciudad de vacaciones debió adaptarse a las nuevas necesidades de sus huéspedes y comenzaron a sentarse los cimientos de lo que hoy conocemos como el Club Pollentia.
En todo este proceso, el Sr. Porto tuvo siempre claro que se debían conservar los hermosos tamarices, las palmeras y todas aquellos ejemplares con el potencial de ser parte importante en el diseño y creación de los futuros jardines. Producto de su convicción y con el fin de protegerlas durante las obras, estas fueron trasladadas a una cantera abandonada, lugar en donde se montó un vivero para tal fin, de modo que estuvieran a salvo. “Incluso, a muchas de las palmeras hubo que hacerles un surco alrededor de sus raíces para ponerles cemento y crear “macetas” con el fin de ser mejor conservadas”, comenta con añoranza el Sr. Porto.
Habitación con vista al jardín, por favor.
Han pasado más de 30 años desde los inicios del Club Pollentia, y sus jardines son su gran seña de identidad. La ubicación en primera línea al mar es sin duda un privilegio exquisito para cualquier huésped, pero sin embargo no sorprende que, ante un paisajismo tan cuidado, a menudo se manifieste preferencia por habitaciones con vista al jardín.
En guardia, como si de un ejército protector se tratara, se encuentran los tamarices mitigando la acción de los vientos marinos. Árboles resistentes y pintorescos que en primavera alegran el paisaje con sus pequeñas flores, y que si bien pueden ser vistos en diversos sitios del predio, su mayor concentración se encuentra “blindando” la fachada marítima.
Más hacia el interior de los jardines, se han ubicado aquellas especies que necesitan mayor protección. Araucarias, hibiscos, rosales, papiros, aves del paraíso (sterlizia reginae), olivos centenarios y muchas más acompañan a los turistas en sus vacaciones y al equipo en su día a día.
De todos los espacios inigualables, la zona favorita del Sr. Porto la componen las lagunas. La creación de estos cuatro espacios de agua, interpretaciones del Parque Natural de S’Albufereta, ha sido un gran acierto. Así lo confirman los patos salvajes que cruzan a menudo la pequeña valla de madera que separa al jardín del Parque para nadar en las lagunas del Resort.
La puesta en valor del Parque Natural y su protección también generan un entorno único. Gracias a la colaboración conjunta con la Consellería de Medio Ambiente, la vegetación que linda con el mismo está absolutamente controlada para que sólo la flora autóctona interactúe entre ambas zonas. Asimismo, con el fin de poder interiorizarse en el Parque y disfrutar de su paz, el Resort cuenta con una cabaña para el avistamiento de aves locales y migratorias.
Durante estos años PortBlue Club Pollentia Resort & Spa se ha ido reformando completamente y llegando a contar con 532 habitaciones. Sin embargo, la tranquilidad que brinda su entorno verde y cuidado, lo ha convertido en un ejemplo continuo de sostenibilidad y un paraíso para disfrutar de la Isla de la calma.