Da comienzo la temporada dorada para los amantes de la gastronomía
Con la llegada del otoño, los fogones mallorquines se engalanan para preparar las delicias de la temporada
Mientras el otoño pinta de colores cálidos el paisaje, los amantes de la buena mesa en Mallorca se preparan para recibir con ansias la cocina de temporada. El otoño despierta una serie de tradiciones gastronómicas arraigadas en la cultura isleña: la matanza del cerdo, la caza, la búsqueda de setas, una variedad de pescados y mariscos frescos, así como un amplio abanico de frutas, verduras y hortalizas que convierten las despensas en auténticos bodegones.
Para los paladares isleños, el otoño es verdaderamente la temporada dorada del año. Y es que en los recetarios de la cocina isleña se encuentran delicias como el conejo o la liebre de campo con cebolla, los pichones rellenos, la perdiz escabechada y los tordos con col. También los arroces, que se convierten en platos estrella que deleitan a los comensales. Ejemplo de ello es el arròs brut, que con su distintivo tono oscuro, es el rey indiscutible.
A medida que el frío se adueña del ambiente, las legumbres, las hortalizas, las patatas y una variedad de carnes se unen en las cocinas locales. Los guisados, potajes y bollits se convierten en los protagonistas de los menús, especialmente en los restaurantes y fondas, donde se sirven platos robustos y auténticos.
Un tesoro de la tierra
Si hay un producto a destacar en octubre es sin duda, la seta. Y es que es el mes donde se abre la veda a la temporada de setas comestibles, una tradición ancestral y ampliamente seguida en Mallorca. Sin embargo, es notorio que los codiciados esclatasangs, la especie más valorada, se vuelvan un tanto esquivas. En Baleares, se registran alrededor de 1.350 especies de setas, pero únicamente unas cincuenta son aptas para el consumo humano. Los esclatasangs y los picornells son las más apreciadas, atrayendo a miles de aficionados a los bosques durante esta temporada. No obstante, hay que destacar que es fundamental que todos respeten las normas que garanticen futuras cosechas abundantes.
Los buscadores de esclatasangs son extremadamente reservados acerca de la ubicación de sus lugares de recolección y cuidan con meticulosidad el entorno para preservar la salud de los bosques y garantizar futuras recolecciones exitosas. Al encontrar el lugar ideal bajo la mata, estos buscadores no solo exploran con detalle el terreno bajo la densa vegetación, sino que algunos mantienen en secreto la ubicación, lugares donde periódicamente obtienen excelentes cosechas.
Mallorca ofrece una experiencia culinaria rica en tradición y sabor, que combina productos frescos, locales y de temporada con platos que han perdurado a lo largo de los años, celebrando la esencia única de la isla en cada bocado.