La Catedral de Palma y el misterio de la luz
La Catedral de Palma y el misterio de la luz
Cada año, el 11 de noviembre, cientos de personas se congregan en la Catedral de Palma, conocida como La Seu, para presenciar un fenómeno que solo ocurre dos veces al año y que fascina tanto a residentes como a turistas. Este evento, conocido como «el 8 de la Seu«, es un espectáculo de luz y geometría en el que la maestría arquitectónica de esta catedral gótica se encuentra con la ciencia y la mística. El evento tiene lugar el 11 de noviembre (11/11) y se repite el 2 de febrero (2/2), ofreciendo una experiencia inolvidable que conecta al visitante con la historia, la naturaleza y la espiritualidad de Mallorca.
La Magia del «8«
La Catedral de Palma, con sus majestuosos vitrales y su espectacular rosetón, es famosa por ser uno de los mejores ejemplos del gótico mediterráneo. Sin embargo, la fecha del 11 de noviembre tiene una peculiaridad que resalta aún más la destreza de sus constructores. Justo en esta fecha, entre las 8:00 y las 9:00 a.m., la luz solar entra a través del rosetón principal, ubicado en la fachada este, proyectando un reflejo perfecto en el muro opuesto. Este juego de luz crea una figura que simula un «doble rosetón» o el número ocho, una imagen que parece un guiño a la perfección geométrica y a la espiritualidad.
Durante unos minutos, el fenómeno permite ver cómo el rosetón de 12 metros de diámetro, compuesto por casi 1.236 cristales de colores, se refleja perfectamente en la pared opuesta, creando un «8» efímero de luz. Este número ocho, considerado un símbolo de infinito y eternidad en muchas culturas, parece estar cuidadosamente colocado por las manos de los arquitectos medievales, quienes buscaban expresar la grandeza divina y la armonía del universo a través de la arquitectura.
¿Por qué Visitar la Catedral de Palma el 11 de noviembre?
Para quienes visitan Palma, ser testigos del «8» es una oportunidad única para experimentar uno de los momentos más especiales de la catedral. Ver cómo los rayos del sol crean este espectáculo de luz y geometría dentro del monumento ofrece una perspectiva diferente de la relación entre la fe, la ciencia y el arte. La Catedral de Palma se transforma en algo más que un espacio arquitectónico: se convierte en un instrumento de luz, una especie de reloj solar gigante que marca un momento concreto del año, conectando a la humanidad con el cosmos.
Para aquellos interesados en la fotografía, el evento también representa una oportunidad inigualable de capturar la majestuosidad de la catedral en una de sus expresiones más especiales. Además, los locales y visitantes pueden disfrutar de actividades adicionales y aprovechar para explorar la rica historia y cultura de Mallorca.
La Catedral de Palma: historia y arquitectura
Construida sobre una antigua mezquita, la Catedral de Palma fue un proyecto que duró varios siglos, comenzando en el siglo XIII y finalizando oficialmente en el siglo XVII. Su construcción fue ordenada por el rey Jaime I de Aragón, quien prometió construir un gran templo en agradecimiento por su salvación tras una tormenta mientras viajaba hacia Mallorca en 1229. Con su imponente altura, de más de 44 metros en su nave principal, y su ubicación frente al mar, La Seu es visible desde numerosos puntos de la ciudad, recordando su relevancia histórica y espiritual para la isla.
Uno de los aspectos más impresionantes de la catedral es su rosetón, también conocido como «Ojo del Gótico«. Este rosetón es uno de los más grandes de estilo gótico en Europa y cuenta con una rica combinación de cristales de colores que, cuando la luz del sol atraviesa, crea un espectáculo vibrante de color en el interior de la catedral. El diseño y colocación del rosetón demuestra una comprensión profunda de la astronomía y la geometría por parte de sus constructores medievales, quienes pudieron anticipar los efectos de la luz en distintas épocas del año.
En conclusión, visitar la Catedral de Palma el 8 de noviembre no solo ofrece una experiencia estética, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el paso del tiempo, la espiritualidad y el infinito. Uniendo lo antiguo con lo moderno, el «8 del 11 del 11» sigue siendo uno de los eventos más destacados de la isla, un fenómeno que, como el mismo número que proyecta, parece ser eterno.
Desde PortBlue os recomendamos encarecidamente la Catedral de Palma como parada obligatoria.
Dejaos conquistar por su elegancia, su historia y su majestuosidad, y si, además, tenéis la oportunidad de estar presentes el 11 del 11 o el 2 del 2, ¡mejor que mejor!