El misterio y encanto de los ‘siurells’
Estas figuritas de barro, parte de la artesanía mallorquina, son un símbolo cultural de la isla
Los siurells representan una parte fundamental de la rica tradición artesanal de Mallorca, si bien su origen sigue siendo en gran medida un enigma sin resolver. Estas encantadoras y versátiles figuritas de cerámica han perdurado a lo largo de los años y continúan siendo apreciadas tanto a nivel local como internacional.
La historia de los siurells se enraíza en la tradición familiar transmitida de generación en generación en los talleres artesanales. Sin embargo, su origen sigue siendo objeto de debate, ya que historiadores y etnólogos no logran ponerse de acuerdo. Algunos sostienen que se remontan a la época etrusca, mientras que otros creen que los fenicios los llevaron a la isla desde lejanas tierras del Mediterráneo hace miles de años. Existen también quienes afirman que se originaron durante la conquista musulmana de la isla alrededor del año 900 de nuestra era.
Sin embargo, persisten incertidumbres acerca de la antigüedad de los siurells, ya que no se han encontrado ejemplos de ellos en yacimientos arqueológicos mallorquines de la Edad Antigua. Además, el Archiduque Lluís Salvador, un apasionado de la cultura mediterránea que residió en Mallorca en 1872, no hace mención de los siurells en sus obras, lo que sugiere que o bien no existían en esa época o carecían del renombre que posteriormente adquirirían.
A pesar de su origen incierto, los siurells mallorquines son apreciados por su artesanía. Estas figuritas constan de tres partes de barro: la figura, la peana y el silbato. Son cocidas en hornos de leña, blanqueadas con cal y decoradas con pinceladas de colores, típicamente en verde y rojo, aunque en algunos lugares también se utilizan colores como el amarillo y el azul.
Los siurells tienen diversas aplicaciones en los hogares mallorquines. Algunos los emplean como juguetes, mientras que otros los incorporan en la decoración de muebles y estanterías. También son un regalo común como recuerdo y poseen un valor simbólico para muchos. En eventos como la Fira del Fang en Marratxí, los siurells se comercializan junto con una variedad de utensilios de cerámica hechos a mano. Además, el Museo del Fang en este municipio alberga una impresionante colección de cerámica tradicional y artística, con alrededor de 900 piezas.
Para ampliar la notoriedad de los siurells, dos figuras prominentes en el ámbito artístico y cultural de Mallorca, el poeta Robert Graves y el pintor Joan Miró, desempeñaron un papel significativo. En particular, Joan Miró tenía una extensa colección de siurells que utilizaba como fuente de inspiración en su arte y que reflejaban sus característicos colores.